Generalmente las pequeñas y medianas empresas comienzan un proceso de expansión de capacidad de producción y es en este punto donde suele darse un cuello de botella en las redes ethernet.
Una vez que se produce este embotellamiento de datos la cosa comienza a complicarse a la hora de determinar sectores con fallas, o caidas en las redes cuando los sectores u oficinas tienen demasiados enlaces intermedios.
Un cuarto de comunicaciones ordenado es de suma importancia. Porque las capacidades son amplias y versátiles para implementar sobre la misma red todo el sistema de cámaras IP, alarmas, relojes biométricos, control de maquinarias, y cualquier dispositivo con puertos ethernet.
Un rack de comunicaciones ordenado y con capacidad extra posibilitará afrontar nuevas ampliaciones sin necesidad de descartar la instalación previa, al tiempo que las fallas serán mínimas y los tiempos de detección de cortes practicamente imperceptibles.
Las redes de fibra óptica pueden cubrir grandes distancias sin necesidad de amplificadores, y transmitir un gran flujo de datos sin microcortes.